Realmente, estar en visperas de Navidad, y tener que estudiar es algo muy normal, sobretodo en ultimo año de instituto.
Estudiar, apenas comer o dormir se habían convertido en una rutina. Los libros y los apuntes se habían convertido en mis mejores amigos. Repasar en clase era una actividad casi clandestina, por la que te podían echar de la clase. Y lo peor de todo era no poder faltar.
Los profesores locos parecian acumularse justo en el curso más importante y lo peor de todo era la constante tortura con solo una palabra: "Selectividad".
Y aun quedan seis meses, ¿Cómo los podré aguantar?
Filósofa de poca monta con aspiraciones por encima de las estrellas, ego incalculable y un aburrimiento más grande que el puchero de una abuela.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
lunes, 12 de diciembre de 2011
No hay nada mejor que estar en casita.
En tiempos actuales, salir y llegar a casa a las tres de la mañana parece ser algo muy normal, sin embargo, ahora que estoy en mi casita, tapada con una manta y en el móvil, la unica plataforma con acceso a Interner que hay en mi casa, me hace ver que no cambiara las noches de estar en casa por los locales que subiendote un poco el escote, puedes entrar y emborracharte hasta el coma etílico. Quizás sea la extraña del grupo, o mi mente adolescente de último año de instituto no va del modo correcto. Solo sé que no es algo muy normal.
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