viernes, 23 de marzo de 2012

Frustración

Estudiar seis días a la semana, tres horas diarias. Dejar casi dos horas para hacer actividades y preparar la lección para el día siguiente. Hacer trabajos, en el tiempo restante y todo para nada. ¿Qué se siente cuando, ha pesar de todo esto, te dicen que estás suspendida? ¿Cuándo te has esforzado y ves tu examen suspenso, pensando que no ha sido lo suficientemente evaluado? ¿Qué se siente cuando sabes que a pesar de todo un esfuerzo, no has logrado nada, sino todo lo contrario? Tropezar con una piedra y caer al suelo te parece menos doloroso.
Y entonces todo gira alrededor de ese suspenso, y aunque sea por pocas decenas, nada te anima, ni siquiera ese sobresaliente en otra asignatura, o el hecho de ser una alumna modélico y de ejemplo. Sino más bien todo lo contrario.
Sientes que has defraudado a todas las personas.
Y sólo puede sacarte de ese sentimiento, olvidar todo lo que has hecho, y creer que empiezas de cero. Obligarte a creer que es un nuevo comienzo, punto de partida, y de ahí, a comerte el mundo.

sábado, 3 de marzo de 2012

Trabajos a última hora

Vacaciones. Tiempo de ocio, de respirar, de salir y que te de un poco el aire, de dormir hasta tarde, de acostarte tarde, en definitiva, de olvidarte de las rutinas que te tienen atado con cadenas de diamante, y que hacen imposible hasta rascarte cinco segundos, sin poder pensar en que mañana tengo que hacer un examen.
Vacaciones. Todo parece felicidad, y campanas celestiales sonando, hasta que despiertas una buena mañana a escasos días del fin de éstas, y piensas "Tengo cosas pendientes". Deberes, un examen, un trabajo... cualquier cosa es válida para dejarla aparcada a un lado en tus prioridades.
Vacaciones. Que se convierten en un infierno, cuando en los dos o tres últimos días, intentas hacer todo aquello que habías olvidado. Y te sorprendes, cuando ves que en ese corto plazo de tiempo, has podido hacer más que en meses de duro trabajo.
Vacaciones. Esa satisfacción al acostarte el último día de relax, pensando en que tienes todo hecho, en que has podido acabar las obligaciones, pero a veces tu mente te vuelve a traicionar, y abres los ojos a las cinco de la mañana pensando "¡El trabajo para Filosofía!"
Y en ese momento... ¿qué haces?

viernes, 2 de marzo de 2012

Fobias médicas

Es demasiado complicado tener que ir al médico, cuando sientes miedo de algunas pruebas, de algunos aparatos, de que te saquen sangre... Sinceramente, por mucho que los que nos rodean nos digan que esas cosas son normales, y no dueles o no te va a pasar nada, nuestro sub-consciente nos traiciona y hace ver que un pequeño grano de arena, en realidad es una enorme montaña, a punto de derrumbarse con nosotros abajo. Intentamos mover las piernas, pero eso no funciona, por lo que nos acaba atrapando.
O al menos, así me siento, ante la idea de que me saquen sangre.
El miedo que nos entran no es lógico, normal, sino todo lo contrario. Queremos huir ante aquellas cosas, aun sabiendo que nos hará bien, aun sabiendo que puede ser la única forma de que nos salven la vida, por que no pensamos en eso. En aquel momento solo podemos pensar en una cosa. ¡Tengo miedo!
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