No hace falta ser muy listo, ni estar muy puesto en la actualidad para acabar dándote cuenta de que la Filosofía siempre ha sido la carrera más atacada desde el lugar de la Política. Remontándonos a Sócrates, quien fue condenado a muerte por preguntar qué es un zapato, hasta la actual figura del profesor de filosofía (o lo que queda de la filosofía) que todos hemos tenido en el instituto.
Sin embargo, por qué de esta persecución por una materia que solo enseña el pensamiento de otras figuras, en muchas ocasiones un pensamiento libre, abstracto, sin ninguna sujeción a la realidad. Por todo ello y más.
En unos de los primeros días en la facultad de Filosofía, unas sencillas palabras hicieron que Filosofía fuera lo contrario al resto de las carreras que se implantaban en todo el campus universitario, "Vosotros mismos debéis elegir de todo que aprendéis, con que os quedáis y que no creéis". Palabras, a la que con el tiempo, otro maestro añadió, "Sólo hay una forma de explicar matemáticas, como solo hay una forma de explicar historia". ¡Hasta había una forma de explicar filosofía! (Aunque esa está tan perdida como el arca perdida, valga la redundancia).
Es por eso que la Filosofía no entra en sus modelos políticos de la educación. ¿Una carrera que te enseña a pensar libremente? Eso es un peligro en potencia. No es como en Biología, que Mendel y Darwin están al mismo nivel y te crees ambos, no, en Filosofía puedes elegir entre un millar de teorías, y no pasa nada, por que aunque se diga que de todas las carreras hay una Verdad (así, en mayúsculas), realmente te puedes quedar con Aristóteles, y toda su escuela posterior, con solo los filósofos racionalistas, o hasta con el Platón de Havelock o el de Popper (que con todo los años que se lleva estudiando a Platón, que aun no hayamos decidido que era lo que decía realmente, tiene tela).
Sin olvidar, por supuesto, que en una carrera en la que educan bajo que todos somos iguales, en tanto que razón poseemos y por ello, cualquiera es capaz de deducir el teorema de Pitágoras, (o hasta polinomios algebraicos, si ya nos ponemos), es un ataque a esa nueva política que quieren crear en la que hay que educar a cada alumno dependiendo de sus capacidades y carencias. Cuando de toda la vida, a quien le ha costado, se ha esforzado el doble o hasta el triple.
Sin duda, ésto solo es bajar el listón de la educación hasta límites insospechados.
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