viernes, 26 de septiembre de 2014

El comienzo de curso empieza cuando te compras los materiales para clase.

Buenas noches, bichitos.

Hoy he ido a comprar, toda emocionada, como si nunca lo hubiera hecho, los materiales con los que voy a entrar al nuevo curso. -Insertar carita sonriente. La más sonriente del WhatsApp-. Me he comprado nuevos bolígrafo, los pilot de toda la vida, esos de "click", como yo les suelo llamar, que yo sigo conservando los míos de toda la vida, porque yo utilizo recambios para bolígrafos, que son la ostia. Pero como voy a empezar nueva pues... Quería empezar con cosas nuevas. Con los tres típicos colores, azul, rojo y negro. ¡Y cómo no! Conforme he llegado a casa los he probado en un folio. Porque es lo que se hace siempre. Que da igual que tu hayas llegado a casa a una hora en la que es imposible volver a la papelería a descambiarlo porque no pinta. Da igual. Tú cuando llegas a casa tienes la imperiosa necesidad de, antes de guardarlos en su lugar hasta que empiece la hora de la verdad, probarlos. Y no los pruebas de una forma normal como es hacer circulitos, no, porque eso es para probar que no pinta. Como tienes que mirar que pinta pues escribes cosas que se te pasan en ese momento por la cabeza como es tu nombre. Y luego ya, si acaso, algún que otro dibujo. Pero lo primero es lo primero.

Me he comprado una libreta. Solo una libreta. Porque me acostumbré en Madrid a trabajar las cinco asignaturas que tendré en una misma libreta. Luego llegará el momento en el que me ponga a pasar apuntes al ordenador, porque esa es otra, uno no puede trabajar con los apuntes escritos de el puño y letra propio. No. Debe de estar impreso porque así queda más "guay" decir "Voy a estudiar" y si se puede, se inserta una colocación de hoja en una mesa. Que queda más profesional. Aunque luego te dediques a escribir por toda la hoja impresa, y al final hayas pasado tantas veces el subrayador o el bolígrafo en cuestión por encima que ya no se distinga lo que ponía. Es mejor estudiar en folios impresos.

También he aprovechado y he comprado subrayadores buenos, ya que los he mencionado, vamos a ello. Porque los que tenía... La verdad es que hacían más ruido que utilidad tenían. Y como toda persona, porque creo que es algo propio de todo el mundo, me he recorrido medio lugar, porque eso lo compré en un Centro Comercial, no diré nombre, pero vamos, el Carrefour de toda la vida, buscando un paquete de esos que viene varios, porque tú ya que vas a comprar eso no te puedes conformar con un color, tienes que buscar varios y encima que esté tú color. Y en mi caso mi color es el azul. Me gusta los subrayadores azules, dado que mi color favorito es azul y me siento mejor estudiando en apuntes que estén con un color que me gusta antes que con uno que me guste menos. -Creo que ya se entiende un poco más el porqué del pollo azul de mi imagen de avatar. No, no es por Twitter, aunque se parezca-. Pues me tuve que detener a mirar entre varios modelos, porque subrayadores azules no hay. O al menos, no en mi pueblo.Las veces que he buscado un subrayador azul me he tenido que romper la cabeza, porque no hay. Y si los hay, las pocas veces que los he encontrado, es ese azul oscuro con el que no distingues nada cuando lo pasas por los apuntes una jodida vez. Y así, como que no se puede estudiar.

Y ahora que tengo todo. Por fin, aunque todavía no haya pisado ni una clase, aunque me quede poco, pero, con las cosas guardadas en el estuche, lo único viejo que tengo, lo tengo desde que hice selectividad, porque me lo compré expresamente para hacer selectividad, pues eso, ahora que ya tengo la mochila lista, puedo decir que el curso ha empezado oficialmente para mí.

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