¿A cuánto no os ha pasado que estáis tan tranquilos y por algún motivo, ya sea interno o externo, se os va la pinza y hacéis algo que se escapa de vuestra razón?
En ese caso, no os dais cuenta de lo que estáis haciendo hasta que no estáis a la mitad y os paráis a pensar "pero, ¿yo no estaba haciendo esa otra cosa?".
En mi caso, cuando se me va la pinza me pongo a limpiar. Limpieza general. Esa limpieza general que se limpia absolutamente todo.
Es más, ahora mismo os escribo mientras espero que el suelo se seque antes de ponerme a ordenar algunas cosas de mi cuarto.
Pero, no es malo que se te vaya la pinza en ocasiones. Te saca de tu confort habitual, por ejemplo, yo antes de esto estaba escribiendo en una libreta algunos datos para una historia que los tenía en folio, realmente no suelo escribir "datos", pero si escribir. En ese caso, cuando se me fue la pinza, me puse el musical de Heathers (otro día os hablaré sobre este musical y sobre la película), y me levanté y lo mandé todo a la mierda.
Y posiblemente, cuando terminéis de hacer esas cosas, y "volváis", os encontréis relajados. A mí personalmente me pasa, aunque también sea porque la limpieza general te genera estar en movimiento y entonces es como... "consumes energías" o cosas por ese estilo.
Otras veces, también me da por cocinar. Hacer repostería. Tortitas, pasteles, bizcochos, magdalenas. Hace una semana, por ejemplo, hice unos cupcakes y ni siquiera tenía ganas de comer, simplemente fue una de estar en you tube viendo algunas cosas y de repente pensar "¿por qué no hago cupcakes?", y como tenía los ingredientes pues a pastar.
Realmente, puede que esa sensación tenga un nombre psicológico, y yo aquí denominándolo "que se te vaya la pinza", pero bueno, no sé mucho de psicología.
¡Nos leemos!
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