Es verano y salen los típicos comentarios de "si vistes pantalones largos, siendo mujer, es que tienes que tener la regla", "¿cómo puedes vestir de negro?", "¿Es que no tienes calor?"
No, señores, no tengo calor. Es más, tengo más calor con un vestido corto que con mis vaqueros largos y de color negro. Y no, no tengo la regla, simplemente me gusta, me siento más cómoda con ellos y, joder, no tengo porqué estar acomplejada.
¿Acaso la gente no entiende que existen multitud de gustos? Mi propio estilo de vestir es así. Tengo ropa negra, me gusta la ropa negra, porque lo he dicho muchas veces, el negro me parece un color muy elegante y que combina con todo.
No porque penséis que "tal" o "cual" voy a cambiar.
Y no, señores, tampoco hace falta ser un "heavy" o un "emo" para ir vestido de negro por la vida. El resto de seres vivos que poblamos la tierra podemos vestir de negro sin necesidad de seguir una corriente social.
La necesidad de prejuzgar y de atribuir ciertas características a una persona por su forma de vestir se os está yendo de las manos, como esa ansia de querer controlar todo lo que sucede a vuestro alrededor.
Luego se escuchan comentarios de "la ropa es arbitraria, es algo que el ser humano tiene porque sí y no ejercer ninguna función en su vida". No, señores. La ropa no es arbitraria. Gracias a la ropa, mucha gente se siente que forma parte de un grupo de personas y no de otro. Gracias a la ropa, la gente puede identificar a qué parte de la sociedad desea pertenecer.
La ropa es arbitraria para gente que no desea formar parte de la sociedad, o que desea formar parte de muchas sociedades, porque encuentra que no hay que cerrarse en banda a un solo grupo, o simplemente, porque le gusta muchos estilos de vestir y vive cómodo alternando, teniendo un armario divertido.
Pero cada ser humano es de una clase diferente y no tenemos porqué ser todos iguales.
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